Formación Integral


Poder de seducción

05.06.2008 12:23

Por: Javier Martínez

Ivanovic celebra la victoria en semifinales. (Foto: AP)
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Ivanovic celebra la victoria en semifinales. (Foto: AP)

5 de junio de 2008.- La Asociación de Tenis Femenino (WTA) y la multinacional que pone la pasta están de enhorabuena. Ana Ivanovic, serbia, 1,83 metros, 20 años, 69 kilógramos, dulce, bella, seductora, será a partir del lunes la nueva número uno del mundo.

Tras el nuevo y breve paso de Maria Sharapova como emperatriz llega otra mujer muy capaz de vender el producto. Es, además, una excelente tenista, poseedora de la mejor derecha del circuito. Pero eso, a la hora de hacer caja, tampoco importa tanto. Jubilada la pequeña Henin, tan poca cosa, tan gran jugadora, se suceden en el ático muchachas de rompe y rasga, carne fresca con la que iluminar el negocio en época de crisis.

Jelena Jankovic lee al premio Nobel de Literatura Ivo Andric, se aplica con los estudios y no lo hace nada mal con la raqueta. Ahora bien, la percha no es la misma. Complicado colocarla como la chica del póster, candidatura a la que también optaba en esta semifinal.

A diferencia de Sharapova, maleada, rigurosamente profesional, con el morro torcido y una permanente sensación de hartazgo, Ivanovic llega mucho más limpia a emprender la dura tarea que se le encomienda.

Transmite una ingenuidad natural, otorga un trato amable a los medios de comunicación, no vive permanentemente a la defensiva y resulta creíble con y sin la raqueta en la mano. Su tenis es también, de vuelta a las cosas que nos deben ocupar, mucho más inteligente y atractivo que el de la gigantesca siberiana.

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