Formación Integral


Prostituciòn infantil y educación

29.05.2008 17:47

 

Por: Roberto Felipe

Navegando en Youtube, pude encontrar un video reportaje sobre la prostituciòn de niñas en la Victoria Lima Perú, niñas de quince y dieciséis años prestan sus servicios sexuales a caballeros con deseos de saciar sus apetitos muy humanos.

Es muy sencillo alarmarse por la agresión a la "moral" de los muy cucufatos Limeños, quienes juzgan tanto a las niñas, como a sus clientes de turno, al igual que a los explotadores que se aprovechan de las necesidades básicas insatisfechas de aquellas niñas que nunca fueron y que hoy a cambio de muñecas juegan con sus hijos inhalando aquella droga de ferretería - terocal -, aquella que les saca de este mundo de injusticias y horrores.

La problemática de las niñas prostitutas, va mas allá de apedrearlas por sus actos, aquellas niñas tienen que sobrevivir, alimentarse, vestirse, cubrirse bajo un techo y en el peor de los casos, mantener a alguien más. Ellas son producto de una sociedad excluyente de un sistema que permite las desigualdades sociales abismales, donde las oportunidades son para pocos y el egoísmo es de muchos, la educación es tan insuficiente como insuficiente su edad para sus actos.

Los clientes son tipos en busca de afecto, algunos escondidos en el alcohol, se entregan a los brazos frágiles de la niña de turno, otros cubren sus temores de inferioridad y muchos adolescentes tratando de descubrir el mundo.

Las arpías y basuras, son las mamis y los cafichos, seres despreciables, quienes aprovechan la necesidad, la falta de protección y educación de estas niñas esclavas. Estos sujetos son los que se merecen nuestro total desprecio y el peso de la ley - que tan liviana es en nuestro país -.

Luchar contra esta falla social, no solo significa, apresar y avergonzar a las niñas y a sus clientes, con policías hipócritas, cámaras acusadoras y periodistas cucufatos, lo que necesita este problema es la solución que necesitan muchos de nuestros problemas, visión social por parte del estado, pero sobre todo acceso a una educación de calidad de acorde con el avance de la humanidad, que permita al sujeto social desarrollarse plenamente y satisfacer sus necesidades básicas, fin supremo de la constitución y es deber del estado garantizarla.

Enseñarles a los peruanos que no solo lograr una carrera universitaria es sinónimo de éxito, enseñanza equivocada de un sistema educativo paupérrimo y fuera del contexto actual.

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