Formación Integral


Estéfano al lado del camino

27.05.2008 16:15

Por: Roberto Felipe

 

Aquella sonrisa que irradia ternura,

Recorre el sendero hacia mi corazón

Arrinconando mis pesares y

Llenando mis horizontes de esperanza

Ayer eras tan mío, tan dependiente de mis abrazos

Hoy a cada paso te independizas

Conquistas lugares inhóspitos

A vista y paciencia de los que te aman.

- ?Papi vas a trabajar? - me pregunta Estéfano

- Si hijito le contesto - le digo que tengo que ir para poder comprarle los juguetes que el tanto desea, - Más de los que ya tiene - Chelita mi esposa me ayuda al igual que mis padres y mi hermana Paty - Quien fuera su mamá por casi medio año, cuando tenía seis meses, ha ella es a quien más obedece - le decimos que tengo que trabajar para poder comprar muchas cosas, entre ellas los juguetes que tanto pide. Siempre accedía ante ese chantaje, pero ayer luego de las celebraciones de año nuevo, no lo convencimos, quizás por que demoro más tiempo en regresar, pues por unos meses mi esposa y mis hijos estarán en Huánuco, para mejor cuidado de Marianita, mi hijita de un mes de vida.

Estéfano al momento de mi salida, me toma de la mochila, diciendo que no me dejará ir, entre sonrisas, mi sorpresa fue tal que por un minuto quise dejarlo todo y quedarme a su lado para siempre, no se si alguien más lo notó o todos no quisieron verlo, Estéfano quiso que lo tomemos como una broma, pero en el fondo pedía que no me vaya, no era broma era lo que en realidad quería, - hijito, papá me hago tarde, regresando te compro otro carrito de bomberos, te compro más juguetes -,le digo - ya no quiero más juguetes ya tengo bastante, no quiero que te vayas - me contesta, no supe que hacer, su rostro mostraba una sonrisa de disimulo a su dolor de dejarme partir, nunca lo vi así, nunca lo vi tan decidido a no dejarme ir, antes lloraba, pero ese día escondía su dolor tras una sonrisa, eso es lo que más me perturbó.

Ya me hacía tarde y mi madre acudió al rescate - Te llevaré al parque amarilis a jugar Estéfano - le dice, - yaaaaaaaa - contesta Estéfano, me da un beso y se despide con un - te quiero mucho papi -, sabe que esa batalla está perdida, pero seguirá intentando hasta ganar la guerra. Me despido de todos y salgo acompañado de Chelita, no se si ella se dio cuenta pero al cruzar la puerta y salir a la calle recibiendo el aire fresco del atardecer Huanuqueño, derramé unas lágrimas, lágrimas que escapaban de su prisión cada ves que mi amado hijo se posaba sobre mi mente, fue un viaje largo, más largo aun de lo que suele ser, las cinco horas me parecieron una eternidad.

Ahora mientras trato de hacer algo para pasar el tiempo, lo extraño mucho, el fue valiente al dejarme partir, espero yo ser valiente para dejar todo esto y partir hacia él.

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